sábado, 26 de septiembre de 2015

TENEMOS UNA HERENCIA IMPERECEDERA

Nuestro corazón y nuestra esperanza en Cristo.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
TENEMOS UNA HERENCIA IMPERECEDERA
1a PEDRO 1:3-5 "Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su gran misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarchitable, reservada en los cielos para vosotros, que sois guardados por el poder de Dios, mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo final."
Todos tenemos la necesidad fundamental de sentirnos seguros y protegidos. Pero cuando basamos nuestro sentido de seguridad en las cosas de este mundo, podemos esperar desilusión. Esto es particularmente cierto cuando se trata de nuestras finanzas. Vivimos en tiempos muy inciertos de alto desempleo y de pensiones que se reducen cada vez más. Nuestro dinero puede escaparse rápidamente, no importa qué tan cuidadosamente lo protejamos. En tiempos así, necesitamos recordar el futuro que tenemos en la eternidad.
¿No es maravilloso saber que los cristianos tenemos una herencia en el cielo? Nos fue dada cuando pusimos nuestro corazón y nuestra esperanza en Cristo, y nunca nos será quitada, porque está reservada y protegida para nosotros en el cielo. Algún día, cuando veamos a Jesús cara a cara, disfrutaremos de todas las riquezas de la gracia divina, y recibiremos nuestra plena herencia.
Pero, ¿sabías que cada día que vivimos en este mundo tenemos la oportunidad de aumentar esa herencia, invirtiendo en las cosas que el Señor valora y acredita a nuestra cuenta?
A éso se refería el Señor Jesús cuando dijo: “Haceos tesoros en el cielo” (Mateo 6:20). Cuando vivimos rectamente en obediencia a DIOS, estamos acumulando buenas obras y aumentando nuestra herencia.
¿Estás más preocupado por invertir en tu vida terrenal que en las riquezas eternas?  Es fácil dejar que las exigencias y responsabilidades de cada día eclipsen la importancia de nuestra herencia eterna. Aparta tiempo cada día para reorientar tu mente y tu corazón, y comienza así a guardar tesoros en el cielo.

ORACIÓN: Gracias mi DIOS por la herencia que Tú tienes para mí. Ayúdame a no perderla. Que todo lo que haga sea de Tu agrado. En el nombre de Cristo, amén.

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