En Tus
manos estoy, Señor.
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Bendiciones,
Enio
Meditación
Diaria
PAÑUELOS DE PAPEL
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SALMOS 31:14-15 “Pero yo, Señor, en ti confío, y digo:
«Tú eres mi DIOS». En tu mano están mis años”.
Mientras estaba sentado en la sala de espera de
cirugía, tuve tiempo para pensar. Hacía poco, había estado allí cuando
recibimos la desgarradora noticia de que mi único hermano, mucho menor que yo,
tenía «muerte cerebral». Por éso, aquel día, mientras esperaba noticias sobre
mi esposa, a quien estaban operando, le escribí una larga nota. Después,
rodeado de charlas nerviosas, me concentré en la suave voz de DIOS.
De pronto… ¡noticias! El cirujano quería verme. Fui
a esperarlo a una habitación solitaria. Allí, sobre la mesa, había dos cajas de
pañuelos de papel, colocadas a propósito. No eran para resfríos, sino para
usarlos ante frases duras como las que oí cuando murió mi hermano.
En momentos de angustia e incertidumbre como ésos,
el consejo de los Salmos los convierte en el lugar adecuado a donde uno debe
recurrir. El Salmo 31 revela el corazón de David: «mi vida se va gastando de dolor» (v. 10). El dolor del
alejamiento de sus amigos agudizaba su tristeza (v. 11). Sin embargo, su fe
estaba fundada en el DIOS verdadero: «Mas yo en ti confío, oh Señor; digo: Tú eres mi DIOS. En tu
mano están mis tiempos».(vs. 14-15).
Aquel día, el cirujano me dio buenas noticias: mi
esposa se recuperaría. ¡Qué alivio y cuánto agradecimiento al Señor! Pero,
aunque hubiese sido lo contrario, nuestros tiempos continúan en las buenas
manos de DIOS.
¡SEÑOR, TU AMOR PERMANECE
EN TODA CIRCUNSTANCIA!
Cuando ponemos nuestros
problemas en manos de DIOS, ÉL pone paz en nuestro corazón.
Confía
en ÉL.
ORACIÓN:
Padre Celestial. Gracias Señor por las bendiciones que diariamente recibimos de
Ti. Tú amor permanece. Mi vida y mis años están en Tus manos. Se que me estás
cuidando. Te pido que también lo hagas con mis seres queridos. Gracias Señor.
En el nombre de Cristo, amén.
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