DIOS no se deja engañar.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
LA
OBEDIENCIA DE UN CORAZÓN BLANDO
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**Leer Jonás 4
JONÁS
4:1-3 2 “Jonás
se enojó muchísimo, pues no le gustó que Dios hubiera perdonado a la gente de
Nínive. 2 Muy
molesto, le dijo a Dios: —¡Ya lo decía yo, mi Dios, ya lo decía yo! Hiciste lo
que pensé que harías cuando aún estaba en mi tierra. Por eso quise huir lejos de
ti.
»Yo sé que eres un Dios muy bueno; te compadeces de todos
y es difícil que te enojes. Eres tan cariñoso que, cuando dices que vas a
castigar, después cambias de opinión y no lo haces. 3 A mí me molesta eso;
prefiero que me quites la vida. Si vas a ser así, mejor mátame.“
Lo que la mayoría de la
gente sabe acerca de Jonás es que fue tragado por un gran pez mientras
intentaba huir de DIOS. Pero la parte de la historia que a menudo se pasa por
alto es lo que sucedió después que el profeta obedeció. Finalmente fue a Nínive
para alertar al pueblo de la ira divina, y ellos respondieron alejándose de la
maldad. Su respuesta debería haber hecho que Jonás se sintiera extasiado, pero
debido a que Nínive e Israel eran enemigos, se enojó por su arrepentimiento y
la misericordia de DIOS para con ellos.
Estar atrapado dentro de
un pez pudo haber convencido a Jonás de obedecer el mandato de DIOS, pero su
corazón no había cambiado. Seguía deseando la destrucción de los ninivitas, y
su amargura y renuencia se manifestaron a pesar de haber hecho bien su trabajo.
DIOS no se deja engañar
por el buen comportamiento que surge de un corazón duro. Obedecerle con un
espíritu renuente puede lograr su propósito, pero perdemos el gozo de nuestra
recompensa. Quizás el SEÑOR te ha llamado a servirle de una manera que es
personalmente desafiante. Al comprometerte a obedecer Su voluntad, ora también
por tener un corazón blando. Encontrarás paz y bendición al hacer el trabajo si
le obedeces con un espíritu humilde.
OREMOS:
PADRE Celestial, dame un espíritu humilde para que cuando tenga que perdonar a
alguien que me ha humillado u ofendido pueda hacerlo con un corazón blando y
sentir la paz que sólo Tú la puedes dar. En el nombre de CRISTO, amén.
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