DIOS está preparando…
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meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
ALGUIEN TE HA DECEPCIONADO
HABACUC 3:17-18: “Aunque la higuera no dé
renuevos, ni haya frutos en las vides; aunque falle la cosecha del olivo, y los
campos no produzcan alimentos; aunque en el aprisco no haya ovejas, ni ganado
alguno en los establos; aún así, yo me regocijaré en el Señor, ¡me alegraré en DIOS,
mi libertador!”
Cuando una persona
sufre decepciones en la vida, es fácil que se culpe a sí misma o a los demás.
La decepción es una respuesta emocional a nuestra incapacidad, o a la
inhabilidad de los demás de hacer realidad un deseo, una esperanza, un sueño o
una meta. Es un sentimiento de frustración que se produce al desilusionarnos de
algo que no satisface nuestras expectativas. Esto puede llevarnos a perder la
fe en alguien que confiábamos, tal vez incluso en una persona que amamos.
El primero de los dos
pasajes de hoy (ver *Lecturas Bíblicas) dice que Jesús amaba a Marta,
a su hermana María, y a su hermano Lázaro. Por eso, éllas no sintieron la
necesidad de decirle al Señor más que "el que amas está enfermo".
Su expectativa era que
tan pronto Jesús escuchara su mensaje, vendría y sanaría a su hermano. Pero el
Señor no se movió del lugar donde estaba hasta dos días más tarde, y, según nos
cuenta el segundo pasaje, cuando llegó a la aldea de Betania, ya Lázaro había
muerto desde hacía cuatro días. Cuando Marta se encontró con Jesús frente a
frente, estaba decepcionada por la "tardanza" del Señor.
Ciertamente lo
esperaba mucho antes, pero El no vino de inmediato, y dejó que Lázaro muriera.
“Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría
muerto...”
Casi podemos sentir en
estas palabras el tono de reproche saliendo del frustrado corazón de Marta. Élla
no podía entender el por qué Jesús no había venido inmediatamente a sanar a su
hermano. ¡Qué decepción! ¡Lázaro podría estar vivo y sano!
Cuando nos hemos
ilusionado con la posible evolución satisfactoria de una cierta situación, y al
final el resultado es totalmente distinto a lo que esperábamos, es muy difícil
no sentirse decepcionados. Todo el mundo no reacciona de la misma manera, pero
en sentido general puede decirse que lo común es caer en un estado de
frustración, en el que se mezclan sentimientos de amargura, desaliento,
desencanto, coraje. Marta y María hicieron lo correcto: acudieron al único que
podía sanar a su hermano, pero cuando el resultado fue diferente a lo que éllas
esperaban se decepcionaron.
Jesús entonces le dijo
a Marta: “¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de DIOS?”. Y
seguidamente, Lázaro resucitó y salió caminando de la tumba. ¡Y la gloria de DIOS
se manifestó sobre éllos!
DIOS tiene un
propósito al permitir decepciones en nuestras vidas. ÉL puede impedirlas, pero
quiere llevar a cabo su propósito. Quiere que confiemos y creamos aunque las
circunstancias sean negativas.
Si tú has estado
orando por una situación específica, y no has obtenido respuesta, o las cosas
no han marchado como esperabas, sigue confiando y esperando en DIOS pues ÉL te
está preparando para algo mucho mejor y más grande de lo que tú eres capaz de
imaginarte.
ORACIÓN: Padre Bendito, te
ruego que aumentes mi fe para esperar en Tí, aunque Tu respuesta tarde más de
lo que yo quisiera y las circunstancias se tornen aún más negativas. En el
nombre de Jesús, amén.
*LECTURAS BÍBLICAS:
Juan 11:3-6
"Enviaron, pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el
que amas está enfermo. Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte,
sino para la gloria de DIOS, para que el Hijo de DIOS sea glorificado por ella.
Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando oyó, pues, que estaba
enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba."
Juan 11;17-21
"Vino, pues, Jesús, y halló que hacía ya cuatro
días que Lázaro estaba en el sepulcro. Betania estaba cerca de Jerusalén, como
a quince estaDIOS; y muchos de los judíos habían venido a Marta y a María, para
consolarlas por su hermano. Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a
encontrarle; pero María se quedó en casa. Y Marta dijo a Jesús: Señor, si
hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto."
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