martes, 15 de julio de 2014

NUESTRA CITA PREDESTINADA

¿Dónde pasarás la eternidad?
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Bendiciones,
Enio 
Meditación Diaria
NUESTRA CITA PREDESTINADA
by Charles Stanley
Apocalipsis 20: 12 "Se abrieron unos libros, y luego otro, que es el libro de la vida. Los muertos fueron juzgados según lo que habían hecho, conforme a lo que estaba escrito en los libros."
Desde el momento en que nacemos comienza una cuenta regresiva de nuestra vida. Cada tictac del reloj nos acerca un paso más a nuestra inevitable cita con DIOS y cada uno de nosotros estará de pie frente a ÉL antes de entrar a nuestro destino eterno.
Desgraciadamente, algunos estarán profundamente decepcionados por lo que habrán de recibir. El mismo Jesús advirtió: “Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre…? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad” (Mateo 7:22, 23). 
El único camino para la salvación eterna es la fe en Jesús. En realidad, nuestro pecado nos ha separado del Padre Celestial, pero el Hijo de DIOS ofrece la solución a este problema universal: Cristo tuvo una vida perfecta, y luego murió como un pecador en la cruz para pagar la deuda que cada uno de nosotros tenía. Después de tres días se levantó de la tumba, derrotando así la muerte y el mal. Al aceptar su sacrificio a nuestro favor, ya no tenemos que vivir apartados de DIOS.
Para recibir este maravilloso regalo, debemos simplemente creer en Jesús y en lo que Él hizo. Como resultado, nos convertimos en nuevas criaturas (2a Corintios 5.17), y pasamos a tener una relación personal imperecedera con nuestro Padre celestial.
¿Sabes tú con seguridad dónde pasarás la eternidad?
Es posible que creas que tendrás después tiempo suficiente para pensar en este importante asunto, pero déjame darte un buen consejo: no esperes un minuto más para decidir esta cuestión, porque es posible que ese “después” nunca llegue. Arrepiéntete de tu pecado hoy, y sigue a Jesús.
ORACIÓN: Gracias Padre Celestial porque de tal manera amaste al mundo, que nos diste a tu Hijo unigénito, para que todo aquel que en ÉL cree no se pierda, sino que tenga vida eterna. Gracias Señor por las muestras de Tu amor. En el nombre de Cristo, amén.
Lectura Bíblica:  Apocalipsis 20:11-15

11 Luego vi un gran trono blanco y a alguien que estaba sentado en él. De su presencia huyeron la tierra y el cielo, sin dejar rastro alguno. 12 Vi también a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono. Se abrieron unos libros, y luego otro, que es el libro de la vida. Los muertos fueron juzgados según lo que habían hecho, conforme a lo que estaba escrito en los libros. 13 El mar devolvió sus muertos; la muerte y el infierno devolvieron los suyos; y cada uno fue juzgado según lo que había hecho. 14 La muerte y el infierno fueron arrojados al lago de fuego. Este lago de fuego es la muerte segunda. 15 Aquel cuyo nombre no estaba escrito en el libro de la vida era arrojado al lago de fuego. 

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