martes, 8 de julio de 2014

LA CARGA DE LAS PREOCUPACIONES

La preocupación  causa enfermedades.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
LA CARGA DE LAS PREOCUPACIONES
MATEO 6:34 «Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal»
La preocupación no es una enfermedad, pero causa enfermedades. Se la ha relacionado con la hipertensión, los problemas cardíacos, la ceguera, la migraña, los problemas de la tiroides y una gran cantidad de desórdenes estomacales. La ansiedad es un hábito caro. Valdría la pena si diera buen resultado. Pero no. Nuestros esfuerzos son inútiles.
Jesús dijo: «¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?» (Mateo 6:27). Los afanes nunca han dado brillo a un día, ni han resuelto un problema, ni curado una enfermedad. ¿Cómo entonces puede una persona hacer frente a la ansiedad?
Podría intentar lo que hizo un individuo. Se preocupaba tanto que decidió contratar a alguien que se preocupara por él. Encontró un hombre que aceptó asumir sus preocupaciones por un salario de 200 mil dólares al año. Después que el hombre aceptó el trabajo, la primera pregunta a su patrón fue: «¿Dónde va a conseguir los 200 mil dólares anuales?» El hombre respondió: «Ese es problema suyo».
Lamentablemente, la preocupación es un trabajo que uno no puede delegar, pero lo puede vencer. No hay mejor lugar para comenzar que en el versículo dos del Salmo 23.«Junto a aguas de reposo me pastoreará», dice David. Y, por si acaso lo hemos captado bien, repite la frase en el versículo siguiente:«Me guiará por sendas de justicia». «Me guiará».
DIOS no está detrás gritando «¡Anda!» ÉL va delante y me invita: «Ven». Va delante, limpia el sendero, corta las ramas, señala el camino. Al llegar a una curva, dice: «Dobla hacia allá». Al subir, señala: «Sube aquí». Cerca de las rocas advierte: «¡Cuidado!» Él nos guía. Nos dice lo que necesitamos saber cuándo necesitamos saberlo. Como lo diría un escritor del Nuevo Testamento: «Hallaremos gracia cuando la necesitemos».
Al guiarnos DIOS, ÉL hará lo que corresponde a su debido tiempo. ¡Qué diferencia hace eso! Puesto que sé que Su provisión es oportuna, puedo disfrutar del presente; «Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal».
La última frase es digna de destacarse:«Basta a cada día su propio mal»:
  • «No sé qué haré si mi espos@ muere». Lo sabrás en el momento oportuno.
  • «Cuando mis hijos dejen la casa, no creo que pueda soportarlo». No será fácil, pero la fortaleza llegará en el momento oportuno.
  • «Yo no podría dirigir esta tarea que me han encomendado. Hay muchas cosas que no sé». Quizás tu tengas razón, o quizás quieres saberlo todo demasiado pronto. DIOS te revelara todo en el momento oportuno.
La clave es la siguiente: Enfrenta los problemas de hoy con la energía de hoy. No te fijes en los problemas de mañana hasta mañana. Aún no tienes las fuerzas de mañana, pero DIOS te las dará en el momento oportuno. Vivamos pues, tan sólo un día a la vez, y dejemos confiadamente a DIOS todo lo demás.
Jesús dijo: "Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas." (Mateo 6:24)

ORACIÓN: Amante Padre Celestial, gracias por el nuevo día que me das. Gracias por las bendiciones recibidas hasta el momento. Perdóname mis faltas y pecados y ayúdame a vivir diariamente de acuerdo a Tu voluntad dejando todo en Tus manos y descansando en Tí. Gracias Señor por las muestras de Tu amor. En el nombre de Cristo, amén.

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