martes, 29 de julio de 2014

LA MENTE QUE SE DERRITE

Deja todo en manos de DIOS…
Comparte esta meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria  
LA MENTE QUE SE DERRITE
JEREMÍAS 17:7 «Bendito el hombre que confía en el Señor,  y pone su confianza en El».
¿Algunas vez se te ha derretido la mente? La mente se derrite cuando uno se preocupa demasiado por las cosas que no están bajo su control.
Tomemos a Rita Rupp como ejemplo. Rita y su esposo, Floyd, que viven en los Estados Unidos de Norteamércia, hace poco viajaron en auto al otro lado del país, desde Oklahoma a Nueva York. Puesto que es una persona hogareña (y se preocupa en exceso), Rita tenía miedo de lo que podía suceder en la carretera.
Por eso escribió una nota que decía:«¡Auxilio! Secuestrada. Llamar Patrulla de Carretera! . Mi Van Ford es crema y azul con matrícula de Oklahoma» Además, escribió su nombre y su número de teléfono.
Ahora bien, ¿por qué crees que Rita escribió esto? Pues élla pensaba que en el caso de que los Rupps tuvieran dificultades en el camino y fueran secuestrados, pudieran ser hallados.
Todo salió bien, hasta que Rita accidentalmente dejó caer la nota en un baño público. Al poco tiempo se emitió un boletín de noticias y la policía empezó a buscar frenéticamente a las aparentes «víctimas» del crimen. Al día siguiente, mientras las noticias a nivel nacional seguían informando de la desaparición de los Rupps, Floyd llamó a su oficina desde una pacífica playa para ver si tenía mensajes. «Estoy sentado aquí disfrutando de una hermosa vista del océano» —le dijo a su jefe. «No tienes ni idea de lo que está pasando, ¿verdad?» —fue la respuesta. Rita Rupp, motivada por una mente derretida con doble queso, causó ansiedad y problemas innecesarios a mucha gente.
Si te preocupas demasiado, tómate esta historia en serio. Con DIOS como nuestro protector podemos andar por la vida sin pensamientos exagerados que nos debiliten.
En Jeremías leemos: Bendito el hombre que confía en el Señor,  y pone su confianza en ÉL. Nada de temores ni de ansiedades. La seguridad y la confianza deben caracterizar nuestras vidas. Si vivimos así somos como el árbol que «no deja de dar fruto» , estaremos seguros de no convertirnos en un sauce llorón que se preocupa todo el tiempo.
Quita los ojos de tus preocupaciones. Entrégale conscientemente a Cristo todas tus ansiedades; disminuye el calor que te has impuesto tú mismo y pon tu mente a descansar.   
Si tú has puesto tu preocupación delante del Señor, y has confiado en ÉL, estás esperando en ÉL, y aún no te ha contestado o más bien se ha empeorado la situación, mantén firme tu fe, porque con toda seguridad DIOS está preparando para tí algo mucho más lindo y completo de lo que tú eres capaz de imaginar.
ORACIÓN:  Bendito DIOS, gracias por Tu Palabra que nos muestra Tu fidelidad y Tu amor infinito para con Tus hijos. Ayúdame a creerla de todo corazón y a aplicarla en mi vida, sobretodo en situaciones difíciles en las que la fe flaquea. Que tenga yo la convicción absoluta que dentro de la tormenta está Tu mano poderosa, y que pronto estaré disfrutando de un precioso amanecer. En el nombre de Jesús, amén.


No hay comentarios: