miércoles, 23 de julio de 2014

NUESTRAS PEQUEÑAS NECESIDADES

DIOS trata de mostrarte algo.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
NUESTRAS PEQUEÑAS NECESIDADES
Filipenses 4:19 “Mi DIOS, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.”
Corie ten Boon fue una famosa predicadora holandesa que fue usó el poder de DIOS hace varias décadas. Durante la Segunda Guerra Mundial, Corie y su hermana Betsie conjuntamente con el padre de ambas fueron arrestadas por los nazis, acusados de esconder judíos en su hogar y fueron enviados a un campo de concentración. El padre y la hermana de Corie murieron en la prisión, y cuando ella fue liberada regresó sola a su casa.
Después de la guerra Corie ten Boon se dedicó a predicar la Palabra de DIOS por todo el mundo. En una ocasión mientras predicaba acerca del poder de la oración, Corie contó esta anécdota sucedida en los días de su cautiverio:
“Una mañana me desperté con un resfriado terrible y le dije a Betsie: - "¿Qué puedo hacer? Ni siquiera tengo un pañuelo". - "Ora! - me dijo ella - Me sonreí. Pero ella oró. – “Padre, Corie está resfriada y no tiene pañuelo. Por favor, suple uno para ella. En el nombre de Jesús. Amén”. No pude evitar la risa, pero cuando ella dijo “Amén”, escuché que me llamaban. Fui a la ventana, y allí estaba mi amiga, que trabajaba en el hospital de la prisión. - "¡Rápido, rápido! Toma este paquetito, es un pequeño regalo para ti". - Abrí el paquetito y dentro había un pañuelo.
- "¿Cómo se te ocurrió traerme esto? ¿Cómo sabías que estoy resfriada?" - "No lo sabía, pero estaba doblando pañuelos en el hospital y una voz en mi corazón me dijo: “Llévale uno a Corie ten Boon.” -
¡Qué milagro! ¿Entienden lo que ese pañuelo me dijo en aquel momento? Me dijo que -"en el cielo hay un Padre amoroso que oye cuando un@ de sus hij@s, en este pequeñísimo planeta, pide una cosa insignificante e imposible: un pañuelo. Y ese Padre celestial dice a otra de sus hijas que le lleve uno a Corie ten Boon.”
DIOS contesta la oración, y sus promesas son una realidad mayor que nuestros problemas. ¡Qué Padre tan maravilloso! Está al tanto de todas nuestras necesidades (aún las más pequeñas e insignificantes) y las suple con amor "conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús."
 Sólo tenemos que acercarnos a ÉL trayéndole nuestros problemas y confiar en Su amor y Su poder, como nos dice Hebreos 4:16: “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”
No te cohíbas o atemorices de traer ante tu Padre celestial aún el más pequeño de tus problemas o necesidades. ÉL está esperando para darte la respuesta más conveniente para ti. Cuando oramos con fe, y esperamos con paciencia, DIOS contestará nuestras oraciones, oportunamente, en su perfecto tiempo y de acuerdo a lo que El sabe es lo mejor para nosotros.
La Biblia dice que DIOS suplirá todo lo que les falta a sus hijos. Sin embargo, tenemos la tendencia a acudir a ÉL sólo en aquellas cosas que nos parecen muy “difíciles” o “complejas”, mientras nosotros nos encargamos de las que son “fáciles” o “simples”, de acuerdo a nuestro criterio. Y muchas veces el resultado es un fracaso total.  
Es bueno que recordemos que Jesús dijo: “Separados de mí nada podéis hacer” (Juan 15:5), y solicitemos Su ayuda en oración aún en los problemas más pequeños.  
También el Señor nos dice en Lucas 11:7 que “aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados.”  Si nuestro Padre celestial tiene en cuenta algo tan simple e insignificante como el número de cabellos en nuestras cabezas, ¿cómo no habría de preocuparse por nuestras más pequeñas necesidades?
ORACIÓN: Mi amante Padre celestial, gracias mi DIOS, por Tus promesas de ayudarnos y suplir nuestras necesidades. Aumenta mi fe, para que yo no vacile un instante en acudir a Tu trono de gracia en busca de ayuda en mis necesidades, aún en las más simples e insignificantes. En el nombre de Jesús,  amén.


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