Sólo DIOS puede hacerlo.
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Bendiciones,
Enio
Meditación
Diaria
COMPLETAMENTE LIMPIOS
SALMOS 51:10 «Crea en mí, oh DIOS, un corazón limpio, y
renueva un espíritu recto dentro de mí».
Imagínate que
eres un agente de aduanas que trabaja en el Aeropuerto Internacional de Ottawa
en Canadá. Mientras le haces las preguntas usuales a un hombre que pretende
ingresar al país, de repente escuchas un ruido, un sonido extraño y apagado que
viene del maletín del hombre. Entonces, le pides al sujeto que abra
inmediatamente su maletín, y entre otros materiales ves un pico. Y ahora ves
alas… y plumas… ¡y garras!
De hecho, la
historia del ave sucedió no hace mucho tiempo. El amigo emplumado era un guacamayo.
Lo que es más, sucedió que se trataba de una clase de guacamayo que se
encuentra en la lista de especies en peligro de extinción. ¡Nada bueno!
No hace falta
decir que el contrabandista de aves se metió en un gran lío y su amigo
graznador fue confiscado, todo porque la criatura dio a conocer su presencia en
un momento inoportuno (¡para el contrabandista!).
No sé en qué
estaba pensando el hombre que cargaba con el ave cuando intentó su desventurada
misión en el Canadá. Pero lo que si sabemos es que han habido momentos en que
se nos ha descubierto, cuando algún pecado nuestro comenzó a «graznar».
En Proverbios 10
leemos acerca del hombre que elige caminar en integridad. No tiene nada que
temer. Este hombre camina seguro porque está siguiendo las directivas de DIOS y
por lo tanto, es bendecido. Luego, Salomón describió al hombre que trata
de ocultar su pecado y va por sendas torcidas. Al final se meterá en problemas,
caerá y será descubierto.
¿Estás tratando
de ocultar tu pecado o estás caminando en integridad con DIOS? ÉL te ama y
quiere que evites el camino doloroso de la persona que trata de ocultar sus
malos caminos. Antes de que tu pecado comience a hacer un ruido fuerte, llévalo
delante de DIOS en arrepentimiento.
El rey David,
después de su fracaso moral con Betsabé, anhelaba que ocurriera algo similar en
su corazón. Con la esperanza de que las manchas del pecado fueran lavadas,
exclamó: «Crea en
mí, oh DIOS, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí».
Esta es la buena
noticia para nosotros, que puede solucionarse el problema de nuestros pecados.
Cuando necesitamos limpieza, las conocidas palabras de Juan brindan esperanza: «Si confesamos
nuestros pecados, El es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y
limpiarnos de toda maldad» (1 Juan 1:9).
Nosotros mismos
no podemos limpiar nuestro corazón; sólo DIOS puede hacerlo. ¡Si le confesamos
nuestros pecados, ÉL promete volvernos completamente limpios!
ORACIÓN: Crea en mí, oh DIOS, un corazón limpio,
Y renueva un espíritu recto dentro de mí. En Cristo Jesús. Amén.
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