martes, 23 de diciembre de 2014

¿EN QUIÉN PONGO MI ESPERANZA?

Gracias Señor.
Comparte esta meditación.
Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria    
¿EN QUIÉN PONGO MI ESPERANZA?
SALMOS 118:8-9 “Es mejor refugiarse en el Señor que confiar en el hombre. Es mejor refugiarse en el Señor que fiarse de los poderosos.”
Gran parte de nuestra desesperanza surge de que en numerosas oportunidades hemos sido engañados o alguien nos ha fallado y no nos ha cumplido lo prometido; sólo tenemos que ponernos a pensar la incertidumbre, la angustia y la inseguridad que nos ha tocado sufrir cuando hemos puesto la esperanza en personas, ideas o cosas. 
Este sufrimiento proviene en parte de las terribles experiencias que nos ha tocado vivir al ver como aquellos en quienes confiábamos faltaban a sus promesas o simplemente eran incapaces de responder responsablemente por lo que se habían comprometido. Otras veces porque sencillamente cometimos el grave error de confiar en alguien cuyas males intenciones no pudimos discernir a tiempo. Nuestros problemas y nuestros enemigos tienen una asombrosa capacidad para lucir más grandes y poderosos de lo que realmente son. Son como perros rabiosos que nos amedrentan con sus horrorosas fauces y sus impresionantes ladridos y nos hacen pensar que ocurrirá lo peor.  Mientras mostremos estar atemorizados ellos tendrán la ventaja sobre nosotros. Ellos saben detectar el miedo que nos abruma.
Si te ha sobrevenido la desesperanza es muy probable que estés agotado. Este agotamiento es producto de que hasta ahora has intentado luchar utilizando sólo tus fuerzas y tus capacidades. Te has enfrentado tu solo al enemigo. Es lo más normal, así nos han enseñado toda la vida, que debemos luchar, que debemos perseverar, que no debemos rendirnos. Esto es parcialmente cierto en cuanto a no dejarnos apabullar por las circunstancias mas no significa que debamos luchar exclusivamente con nuestras fuerzas.
Mas cuando pones tu esperanza en DIOS, reconoces que tus fuerzas son insuficientes para la tarea.  Entiendes que por muy grande que parezca el problema que te atribula, tu DIOS es más grande aún. Se aclara tu mente y te das cuenta que nada, absolutamente nada puede oponerse o resistir el poder y el amor de DIOS.  
Poner nuestra esperanza en DIOS nos hará estar tranquilos, confiados, seguros,  porque en Quien hemos puesto nuestra confianza es alguien bueno, no solo bueno, alguien excelente. Alguien que nunca nos fallará, ni nunca nos engañará; el Único que es fiel para cumplir todas Sus promesas; Alguien que nos ama profundamente y sólo desea lo mejor para nosotros.  
Debemos reconocer que Su presencia implica salvación, protección y una esperanza firme para nuestras vidas.   Olvídate de esas malas experiencias y comienza de nuevo, esta vez con DIOS y verás como nunca más estarás sin esperanza. ¿Estás listo para poner tu esperanza en DIOS?

ORACIÓN: Gracias Padre Celestial. Reconozco, ahora, que he estado actuando sólo ante mis problemas sin recurrir a Ti… Perdóname Señor… De ahora en adelante sabrás mis cuitas y problemas… Ayúdame Señor… En Tu nombre, amén.

No hay comentarios: