Dedicado
y precavido…
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
PLANIFICACIÓN
PROVERBIOS 20:4 “Cuando es
tiempo de arar, el perezoso no ara;
pero al llegar la cosecha, buscará y no encontrará“
pero al llegar la cosecha, buscará y no encontrará“
Hay muchas personas que se
quejan de que las cosas no les salen bien o como deseaban, mas no se dan cuenta
de que mucho del fracaso de sus acciones se debe a que no se prepararon con
tiempo ni supieron planificar sus actividades.
A veces la falta de planificación
resulta de escasez en el sentido común. Otras veces se debe a simple ignorancia
y en el peor de los casos se debe a flojera y desidia. En cualquiera de
estos casos el resultado es el mismo, fracaso y dolor. Lo peor de todo es
que cuando la persona fracasa busca echarle la culpa de lo sucedido a otros y
no se percata (ni quiere hacerlo) de que toda la responsabilidad recae sobre
sus hombros por no haberse preparado con tiempo.
Imagínense que tienen deseos de
comer un plato especial que no se consigue normalmente en un restaurante. Si
ustedes no se aseguran de que tienen a mano la receta del platillo y de que
cuentan con los utensilios esenciales, con todos los ingredientes necesarios y
con la calidad requerida, será muy difícil que tengan éxito en la elaboración
de plato.
Prácticamente todas las cosas
relacionadas con nuestra vida requieren preparación y planificación. Si nos
referimos al trabajo es obvio que se necesita conocimiento y destrezas que sólo
se consiguen con adiestramiento y práctica.
Si nos referimos a la
vida familiar es necesario conocer los principios establecidos por DIOS
para la correcta administración y manejo de los hijos y la economía del hogar.
Más importante aún, si
consideramos nuestra vida espiritual necesitamos sumergirnos diariamente en la
Palabra de DIOS y mantener una estrecha relación con DIOS para garantizar el
crecimiento y la salud obedeciendo sus instrucciones al pie de la letra.
No seamos como el perezoso que
se niega a empuñar el arado en el momento oportuno para la siembra para después
lamentarse porque no consigue la cosecha necesaria para su manutención.
Seamos diligentes y precavidos y
así alcanzaremos el éxito. Y… ¡Sólo a DIOS sea la gloria!
ORACIÓN:
Padre Celestial, ayúdame para poder cumplir Tú
voluntad y que sea lo suficientemente dedicado y precavido para no lamentarme
posteriormente. En el nombre de Cristo, amén.
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