La poda necesaria…
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
FRUTO, MÁS FRUTO, MUCHO
FRUTO
Charles Stanley
JUAN 15: 8 "En esto se muestra la gloria de mi Padre, en que den
mucho fruto y lleguen así a ser verdaderos discípulos míos."
JUAN
15: 16 Ustedes no me escogieron a
mí, sino que yo los he escogido a ustedes y les he encargado que vayan y den
mucho fruto, y que ese fruto permanezca. Así el Padre les dará todo lo que le
pidan en mi nombre."
Charles
Stanley relata:
"Viví
durante un tiempo en las montañas de Carolina del Norte, en un lugar que era
conocido como Fruitland (“tierra de
la fruta”). El sitio tiene ese nombre por ser una tierra de manzanas. Una vez
fui a visitar a un miembro de mi iglesia que vivía allí, y su esposa me dijo
que estaba en el huerto, podando los árboles.
Así
que me fui a observar lo que estaba haciendo. Sin saber por qué lo hacía, le
dije: “Va a matar ese árbol”. Se volvió para mirarme, y me dijo: “Encárguese
usted de la predicación. Yo me encargo de la poda”. Después me enteré de que,
para producir una buena cosecha, las ramas de los árboles tenían que ser
podadas.
Es una
lección que nunca he olvidado, porque también se aplica a nuestra vida
espiritual. A veces, dudamos del amor de DIOS cuando los tiempos malos nos
golpean y estamos adoloridos. Pero lo que el Señor está haciendo, en realidad,
es podándonos para que podamos dar fruto de calidad; después vuelve a podarnos
para que demos más fruto, y finalmente nos poda otra vez para que demos mucho
fruto. Si una rama sigue creciendo sin ser recortada, aparecerán muchos brotes
pequeños que le quitarán la savia que la sustenta.
Las
cosas pequeñas de la vida pueden ser como esos brotes, frustrando nuestra
capacidad de fructificar.
Algunas
veces permitimos que nuestra bondad dependa de cómo nos sentimos cuando nos
despertamos por la mañana; podemos dejar que se desarrolle un mal hábito; o tal
vez permitimos que nuestra paz se vea empañada por nuestras circunstancias.
Pero
si aceptamos la poda de DIOS con la actitud correcta, la savia del Espíritu
Santo desarrollará el fruto en nuestra vida.
ORACIÓN: Gracias Padre Celestial por este nuevo día
que me das y por las experiencias gozadas. Gracias a las bendiciones que tu
derramas sobre mi y mi familia en todo momento. Señor te pido que me podes para
que pueda dar fruto, mucho fruto y del bueno. En el nombre de Cristo, amén.
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