sábado, 21 de julio de 2018

DOMINGO 5 DE AGOSTO DE 1962

Es sed que DIOS despierta en el ser humano la que le conduce a buscar a Cristo, manantial de vida eterna.
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Bendiciones,
Enio
Meditación Diaria
DOMINGO 5 DE AGOSTO DE 1962
El Aposento Alto
**Leer Juan 4:7-15 (RVR)
JUAN 4:11 “La mujer le dijo: — Señor, no tienes con qué sacarla,
y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva? (RVR)
Nos hallábamos veraneando en un pueblo del Canadá. El agua potable teníamos que sacarla de un pozo, haciendo uso de una bomba anticuada. El pozo era profundo y la succión de la bomba defectuosa. Cuando tenía necesidad de un cántaro de agua, me tocaba bombear con fuerza y rapidez, hasta sentir por el peso de la palanca que subía el agua. Por fin, brotaba a borbotones el líquido, llenaba el cántaro y seguía corriendo entretanto que alguien continuase moviendo la palanca vigorosamente.
El «agua viva» tiene su origen en las profundidades del amor de DIOS. Me imagino que ÉL quiere que nos esforcemos por adquirir el agua de vida. Desde luego, nada podremos hacer para producirla; nada podremos hacer para merecerla. Pero sí podemos allegarnos a CRISTO, con nuestra sed y nuestro cántaro, puesto que ÉL es el único que proporciona el agua viva.
A la vez siempre habrá algún medio para colaborar dentro de la iglesia, interesando a las almas necesitadas para que acudan a satisfacer su sed con el agua de vida.
OREMOS: Oh SEÑOR, dígnate despertar en nosotros una sed de Tí que nos conduzca al pozo de agua viva que habrá de transformarnos en «fuente que salte para vida eterna» mediante JESUCRISTO, nuestro Redentor. Amén.
Sr. Frederick W. House (Nueva York, EE.UU.)
**Leer Juan 4:7-15 (RVR95)
Llegó una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: —Dame de beber —pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar alimentos—.

La mujer samaritana le dijo: —¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? —porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí.
Respondió Jesús y le dijo: —Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: “Dame de beber”, tú le pedirías, y él te daría agua viva.
La mujer le dijo: —Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde pues dónde, pues, tienes el agua viva?  ¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados?
Jesús le contestó: —Cualquiera que beba de esta agua volverá a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.

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